Hoy 16 de febrero anoto una ocurriencia para que no se me escape: mi lista de favoritos es como una hoja de ruta de mi viaje atravez de la internet; antes sólo se guarbaba algún souvenir del lugar que visitabamos; ahora no hace falta, cada sitio web nos queda en favoritos si es que nos gustó.
Y es muy comodo, cuando osamos olvidarnos de guardar algo, déspues tenemos que matarnos pensando en que como se llama el site, y ahí viene el dolor de cabeza.
Analogías en esta mañana de fines de verano , sepan disculpar, recien me levanto...