viernes, 30 de noviembre de 2012
miércoles, 28 de noviembre de 2012
jueves, 22 de noviembre de 2012
miércoles, 21 de noviembre de 2012
Recetas
10 tips para ser mejor
fotógrafo
1. Tomar imágenes.
2. Toma más fotografías.
3. Tome fotos aún más.
4. Tome más que más fotos.
5. Tome fotografías cuando no quiera hacerlo.
6. Tome fotografías cuando quiera.
7. Tome fotografías cuando usted tiene algo que decir.
8. Tome fotografías cuando usted no tiene algo que decir.
9. Tomar fotos todos los días.
10. Siga tomando fotos.
martes, 20 de noviembre de 2012
Instrucciones para posar en las fotografías.
Cuando uno posa para una fotografía deberá
esmerarse en conseguir salir incólume para la posteridad. Así,
teniendo en cuenta que una fotografía puede ser el reflejo de uno mismo fijado
en el tiempo, aquel que posara para salir en una debe atender a los preceptos
básicos para legar una buena imagen de sí mismo ante los observadores futuros.
De este modo, la primera precaución a tener en
cuenta será si se quiere o no aparecer en dicha fotografía. Uno debe calcular
la idoneidad o no de dejar nuestra apariencia plasmada en un formato gráfico
que la postergue de forma más o menos duradera. Así, dependiendo del estado
anímico, la indumentaria, el tipo de peinado o ausencia del mismo, así como el
estado facial de nuestro rostro se debe valorar la conveniencia de dejarse
retratar o, en cambio, declinar amablemente dicha opción.
No obstante, si uno se siente con la suficiente
entidad estética para acometer el acto de dejarse fotografiar, entonces:
Por una parte, deberá el retratado adoptar tanto
una pose como un perfil. Este último vendrá dado por la experiencia acumulada a
través de la observación de los resultados obtenidos en anteriores fotografías.
Debe entonces seleccionarse el perfil con el que ud. suela aparecer más
favorecido en anteriores fotografías o, tanto si ud. no ha sido nunca
fotografiado con anterioridad como si habiéndolo sido no ha salido
favorecido en ninguna ocasión, deberá entonces elegirse un perfil al azar.
Al mismo tiempo se habrá de adoptar una pose
característica que le defina como ser humano. Hay que posar para las
fotografías como lo que se es o, al menos, como lo que se quisiera ser. Para
conseguirlo deberá adoptar la postura que ud. crea
conveniente asegurándose al mismo tiempo que esta pueda ser sostenida
durante varios segundos.
No de saltos, ni haga aspavientos, ni improvise na
coreografía determinada. La esencia de la fotografía consiste en captar un
momento estático en el tiempo. Y si no está ud. de acuerdo con esto puede,
entonces, hacerse grabar en vídeo.
En cualquier caso, una vez adoptada la pose
elegida se debe permanecer en la misma hasta que quien esté haciendo la
fotografía de por terminado el proceso. Así que respire por la nariz, no se
mueva un ápice y -muy importante- evite pestañear. La aparición de un pestañeo
en el mismo justo instante en que se ejecute el disparo de la foto comportará
que ud. aparezca en dicho documento gráfico con los ojos cerrados. Cada vez que
alguien sale con los ojos cerrados en una foto muere una estrella en el
firmamento.
Así que para no propiciar dicha catástrofe
cosmológica se debe promover la desincronización entre quien ejecuta la
fotografía y nuestro propio parpadeo. Por lo que para disminuir la
posibilidad de coincidencia, habiendo estudios que aseguran que
estadísticamente la mayoría de fotografías se llevan a cabo en segundos pares,
se aconseja parpadear en segundos de índole impar.
Será de este modo como habiendo ud. elegido un
perfil y una pose y procurando no pestañear en el preciso instante de ser
fotografiado, tan solo le quedará por ejecutar la sonrisa preceptiva. Así
que por muy serio que ud. sea o por muy triste que se sienta deberá en
cualquier caso esbozar una mínima sonrisa de fotografiado para la posteridad.
Para lograrlo intente pensar en algo gracioso que
le hayan dicho o en algún hecho humorístico que haya podido observar. Si a
pesar de eso la sonrisa no surge de forma espontanea, se debe entonces uno
concentrar en tensar los músculos faciales que la posibilitan procurando
hacerla aparecer de forma paulatina y consistente.
No sirve a este menester una risa hilarante, un
tic nervioso en la comisura del labio o cualquier mueca indeterminada que solo
vagamente pueda ser reconocible como indicio de dicha. Una sonrisa bien
ejecutada dotará, en cambio, de un áurea de dicha y jubilo a sus más
insignes retratos y es, a la vez, el estandarte con que cualquier buen posador
rubrique para el porvenir la fotogenia de su felicidad
Ramon Buj
El escritor de etiquetas de champu
lunes, 19 de noviembre de 2012
viernes, 16 de noviembre de 2012
Traumas
Dos
olores me transportan a mi infancia: el aroma de la tierra mojada en los
primeros segundos después del chapuzón y el de pasto recién cortado de la casa
de mis viejos en Unquillo.
Ahora
bien, ¿de dónde viene ese olor tan especial? Según leí es por un trauma.
Así
como lo leen: Se trata del olor de las defensas químicas que largan las hojitas
del pasto cuando se las lastima. Al parecer, liberan una serie de compuestos
orgánicos volátiles que tienen ese aroma tan característico. Cuando se cortan
pocas hojitas (ya sea por accidente o porque un animal los come), ni se
sienten. Pero cuando el daño es mucho, es imposible no notarlo.
viernes, 9 de noviembre de 2012
Utopias
"Yo
creo que el que tiene una utopía debe
vivir corrigiéndola, debe mirar cada
tanto las estrellas para ver si no está siguiendo una equivocada, o mejor
todavía, para ver si la estrella no se movió un poco y ahora hay que seguirla
en otro rumbo. Darse vuelta a mirar también es obligación de todos los que
siguen utopías, para ver si uno viene detrás y para saber si los compañeros aún
vienen detrás. Porque a veces uno se extravía en cielos personales que poco
tienen que ver con la utopía con que inició el viaje."
Alejandro Dolina
martes, 6 de noviembre de 2012
Juventud
Me corté el pelo corto con la sospecha de que así sería más fácil asumir mis años y, como quien corta la cinta de una fabrica, dar por inaugurada mi etapa de señor mayor, pero no va que vienen unos cuantos de mi mayor confianza y me dicen que me veo más joven,
entonces me dan ganas de quedarme en el divino tesoro un rato más.
Por lo menos hasta que vuelva a crecer.
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