Son la mejor gente del mundo y sobre todo la más amable, no conocen el mal -nunca matan ni roban-, aman a sus vecinos como a ellos mismos y tienen la manera más dulce de hablar del mundo, siempre riendo.
Serían buenos sirvientes, con cincuenta hombres podríamos dominarlos y obligarlos a hacer lo que quisiéramos.”
Serían buenos sirvientes, con cincuenta hombres podríamos dominarlos y obligarlos a hacer lo que quisiéramos.”
Cristóbal Colón