domingo, 7 de febrero de 2010

Rojo

"Evidentemente se destacó porque rompía con el entorno. Pero existe otra razón: es que muy pronto se consiguieron dominar los pigmentos rojos y se utilizaron en pintura y tintes. Treinta y cinco mil años antes del nacimiento de Cristo, el arte paleolítico utilizaba el rojo, obtenido sobre todo a partir de la tierra ocre-rojo.
Era un color admirado, y se le confiaban los atributos del poder, es decir, los de la religión y la guerra. El dios Marte, los centuriones romanos, algunos sacerdotes... todos vestían de rojo. Se impuso porque remitía a dos elementos omnipresentes en toda su historia: el fuego y la sangre. Podemos considerarlos tanto positiva como negativamente, lo cual nos da cuatro polos en torno de los cuales el cristianismo primitivo formalizó una simbología tan fuerte que todavía perdura en nuestros días. El rojo fuego es la vida, el Espíritu Santo de Pentecostés, las lenguas de fuego regeneradoras que descienden sobre los apóstoles; pero es también la muerte, el infierno, las llamas de Satanás que consumen y aniquilan. El rojo sangre es la sangre que Cristo derramó, la fuerza del Salvador que purifica y santifica; pero es también la carne mancillada, los crímenes, el pecado y las impurezas de los tabúes bíblicos.
El rojo se identificará con los signos del poder...a tal punto que a partir de los siglos XIII y XIV, el Papa, hasta entonces consagrado al blanco, se viste de rojo. Y los cardenales harán otro tanto. Eso significa que tan magníficos personajes están dispuestos a derramar su sangre por Cristo. En ese mismo momento, en los cuadros, el diablo aparece pintado de rojo, y esta ambivalencia se acepta muy bien.
Y Caperucita Roja, que se aventura en los bosques de la Edad Media, también entra en este juego de símbolos. En todas las versiones del cuento –la más antigua se remonta al año 1000–, la niña va de rojo. ¿Es porque se vestía a los niños de rojo para no perderlos de vista, como aseguran algunos historiadores? ¿O porque, como afirman algunos textos antiguos, la historia transcurre el día de Pentecostés y en la fiesta del Espíritu Santo, cuyo color litúrgico es el rojo? ¿O porque la niña iba a encontrarse en la cama con el lobo e iba a correr la sangre, tesis que plantean los psicoanalistas? Prefiero la explicación semiológica: una niña de rojo lleva un tarrito de manteca blanca a una abuela vestida de negro... Ahí tenemos los tres colores básicos del sistema antiguo. Los encontramos en otros cuentos: Blancanieves recibe una manzana roja de una bruja negra. Es el mismo código simbólico.
A los protestantes, el rojo les parecía inmoral. Se refieren a un pasaje del Apocalipsis en el que San Juan cuenta cómo la gran prostituta de Babilonia cabalgaba, vestida de rojo, encima de una bestia llegada del mar. Para Lutero, Babilonia es Roma. Por lo tanto, hay que expulsar el rojo del templo, y de las ropas de todo buen cristiano. A partir del siglo XVI, los hombres ya no se vestían de rojo (salvo los cardenales y los miembros de determinadas órdenes de caballería). En los medios católicos, las mujeres sí podían hacerlo. Hay un curioso cambio de posiciones: en la Edad Media, el azul era más bien femenino (por la Virgen) y el rojo, masculino (signo de poder y de la guerra). Ahora, en cambio, el azul se convierte en masculino, por ser más discreto, y el rojo, en femenino. Conservamos algún rastro de ellos: azul si el bebé es niño, y rosa para las niñas. El rojo seguirá siendo el color de la novia hasta el siglo XIX.
Sobre todo entre los campesinos, la gran mayoría de la población de entonces; porque el día de la boda uno se pone sus mejores ropas, y una prenda bonita y rica es necesariamente roja, porque éste es el color que mejor les sale a los tintoreros. En este punto encontramos nuestra ambivalencia: durante mucho tiempo las prostitutas tenían la obligación de llevar una prenda de ropa roja para que en la calle las cosas estuviesen muy claras; por la misma razón, se colgaba una lámpara roja a la puerta de los burdeles. El rojo describe las dos vertientes del amor: lo divino y el pecado de la carne. Al cabo de los siglos, el rojo de la prohibición también se impuso. A partir del siglo XVIII, un trapo rojo significará peligro.
Y la relación con la bandera roja de los comunistas; en octubre de 1789, la Asamblea Constituyente decretó que se colocaría una bandera roja en los cruces para señalar la prohibición de formar grupos y advertir que la fuerza pública podía intervenir. El 17 de julio de 1791, muchos parisinos se reunieron en el Campo de Marte para exigir la destitución de Luis XVI, que acababa de ser detenido en Varennes. Como existía amenaza de motín, Bailly, el alcalde de París, ordenó izar una gran bandera roja. Pero los guardias nacionales dispararon sin aviso: hubo unos cincuenta muertos, que se convirtieron en “mártires de la revolución”. Por una sorprendente inversión, esa bandera roja, “teñida con la sangre de esos mártires”, se convierte en emblema del pueblo oprimido y de la revolución en marcha. La Rusia soviética la adoptó en 1918 y la China comunista en 1949.
Y actualmente, entre nosotros, además, el rojo es siempre señal de fiesta, Navidad, lujo, espectáculo: los teatros y las óperas suelen decorarse con rojo. Y el rojo suele asociarse al erotismo y a la pasión. Pero el viejo simbolismo ha perdurado y así las señales de prohibición, los semáforos rojos, el teléfono rojo, el alerta roja, la tarjeta roja, la Cruz roja, todo esto deriva de la misma historia, la del fuego y la sangre."
BREVE HISTORIA DE LOS COLORES
Michel Pastoureau
(historiador y antropólogo)