Los Hombres Sensibles de Flores están derrotados. De nada les valdrá oponerse a la muerte, porque la muerte llegara de todos modos. De nada les servirá su pasión por la memoria, pues toda memoria es perecedera. Y -en definitiva - el tiempo es el mejor aliado de los Amigos del Olvido. Pero es obligación de todos nosotros hacer un poco de fuerza por los muchachos de Flores, para que su derrota sea mas honrosa.
Recordemos todo el tiempo.
No olvidemos nada.
Ni el color de nuestras corbatas perdidas, no el olor a tiza y sudor del colegio, ni el calor del asfalto sobre los pies descalzos, ni el gusto a jazmín de los besos en la noche, ni el aroma de la untura blanca. Si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo. Y pensemos que después de todo, aunque la victoria final sea de los Amigos del Olvido, será un triunfo sin festejo. Nadie lo recordara jamas.
Texto de Alejandro Dolina
Foto de Humberstone, Iquique