...me sacaba la lengua en lugar de enseñarme a besar,
me compró una tormenta después de robarme el abrigo,
con la espalda mojada no hay nada peor que soñar..
me compró una tormenta después de robarme el abrigo,
con la espalda mojada no hay nada peor que soñar..
"Yo aposté por las fichas caídas de tu dominó."