El amor es una enfermedad de las más jodidas
y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce.
Hondas ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos,
o por la ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces.
Eduardo Galeano