"La primera noche, ellos se acercan y toman una flor de nuestros jardín. No decimos Nada. La segunda noche ya no se esconden, pisan las flores., matan nuestro perro y no decimos nada. Hasta que un día, el más frágil de ellos, entra solo a nuestra casa, nos roba la luna, y conociendo nuestro miedo, nos arranca la voz de la garganta, y porque no dijimos nada, ya no podemos decir nada”.
Poema de Maiakowski