Se cumplieron no sé cuántos años de la muerte del genio de Olmedo.
Hace poco murió el genio de Fontanarrosa.
No quiero pensar en la escenografía mediática que tendría la muerte del genio de Sandro.
Ayer murió el genio de Guinzburg.
¿No será mucho?¿
Ofende a las viudas, a la memoria de alguien, a sus amigos, decir Murió el gran humorista tal, Murió una respetada figura de la televisión? ¿Cuál es el sentido de esta exageración ridícula que quiere transformar a un buen cómico, a un buen humorista o a los Elvis Presley del conurbano en manifestaciones domésticas de la Divinidad? No me imagino a un diario de Córdoba que titule Chau, genio si murieran el Negro Alvarez o Cacho Buenaventura, humoristas mucho más queridos y admirados aquí que Jorge Guinzburg. ¿Olmedo un genio? Yo, paso...
Sergio Carreras